“Si oigo, olvido, si oigo y veo, recuerdo, si oigo veo y hago, aprendo” Confucio.

Durante algunas semanas hemos sido testigos de la particular construcción que nos da la bienvenida al ingresar al Campus La Concepción; y es que no se trata de cualquier obra arquitectónica, sino del proyecto de una bóveda de ladrillo recargado que se geometrizó y conceptualizó durante el Taller Teórico-Práctico “Los espacios de la arquitectura: pensar, proyectar, construir y habitar”, organizado por la Escuela de Arquitectura y Diseño.

Platicamos con el Dr. Eduardo García Alonso, coordinador de investigación de la Universidad La Salle Pachuca, quien nos compartió que dicho proyecto tiene el objetivo de servir como un pabellón universitario abierto, disponible para la comunidad lasallista, en dónde se podrán realizar actividades académicas, encuentros sociales, exposiciones artísticas, entre otras: “el objetivo del proyecto es materializar y terminar la construcción; realmente llevarlo a cabo, no dejarlo solo en la parte proyectual. Algo que muy pocas veces sucede en un aula de arquitectura”.

La bóveda abarca 43 m2, una de sus principales características es que no requiere de cimbra, por lo que la convierte en una construcción con un bajo costo e impacto ambiental; además, su técnica de construcción viene de finales del Siglo XVIII en Cataluña y Valencia, llegando a México hasta finales del Siglo XIX; asimismo, cabe resaltar que actualmente son pocas las personas que realizan esta técnica y fue Antonio Hinojosa el responsable de la construcción y el único bovedero (como comúnmente se les conoce) en nuestra región.

“Es un espacio hecho con ladrillo, con manos hidalguense e ideas en conjunto de estudiantes y profesores”“Es un espacio hecho con ladrillo, con manos hidalguense e ideas en conjunto de estudiantes y profesores”, comentó.

El proyecto fue una colaboración de expertos en Arquitectura, tanto de la Universidad La Salle Pachuca, como externos, entre ellos se encuentra principalmente el Dr. en Arquitectura, Alfonso Ramírez Ponce, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Profesor de arquitectura muy reconocido en Latinoamérica y el mundo, quien desarrolló los cálculos de las bóvedas y realizó un análisis teórico acerca de la importancia de este tipo de construcciones.

Por otro lado, el Maestro Benjamín Ibarra de la Universidad de Austin, Texas, participó compartiendo sus conocimientos de la construcción de estructuras góticas y bóvedas del Siglo XVI, particularmente en Oaxaca.

Platicando con el Dr. Ramírez, nos contó que la idea de llevar a la práctica la construcción de la bóveda mencionada, surge a raíz de la visita que realizaron los docentes de nuestra Universidad a la UNAM, en donde pudieron observar que el resultado de un taller de arquitectura, era la construcción de un “aula” abierta con la finalidad de propiciar un espacio que rompiera la forma tradicional de enseñanza, es decir, que el docente no solo se presentara frente a un grupo situando a los estudiantes a nivel inferior, sino que la relación de profesor-alumno tuviera el mismo nivel jerárquico, acercando el aprendizaje.

Los colaboradores y desarrolladores de este taller mencionan que hubo una extensa participación entre estudiantes de la Licenciatura en Arquitectura e Ingeniería, arquitectos/as egresados/as y profesores y que, a su vez, los participantes lograron adquirir enriquecedores conocimientos, puesto que tuvieron la posibilidad de participar en la construcción de la bóveda y aprender la especial técnica de elaboración.

“El beneficio que se llevan los participantes del taller es poder aplicar los conocimientos adquiridos, practicar, desarrollar la enseñanza a través de los talleres prácticos, especialmente en actividades como la construcción (…) Enseñanza a través del aprendizaje práctico. Hacer cosas. Tal como lo Confucio lo manifestaba”. Comenta el Dr. Ramírez.

Permitir que los estudiantes se involucren en la ejecución de la construcción, posibilita el acercamiento a un aprendizaje con mayor significado en su preparación como profesionales, dado que al ser una carrera con un porcentaje alto de competitividad y presionada por las nuevas tecnologías en la cuestión del diseño, los arquitectos/as se ven obligados a posicionarse desarrollando nuevas habilidades y actualizándose en técnicas innovadoras de construcción para solucionar los problemas futuros de habitabilidad en la sociedad; y más aún, enriquecer a la Universidad La Salle Pachuca con la culminación de la bóveda como producto de un taller cuya aportación trasciende más allá de un aula .

Nos es grato mencionar, que después de 29 años seguimos trabajando en comunidad, con personajes de la talla del Dr. Alfonso Ramírez Ponce y del Mtro. Benjamín Ibarra, con la finalidad de contribuir a la sana y sostenible transformación de nuestro entorno, por medio de la arquitectura, la investigación, la educación y el alumnado; del mismo modo, agradecer a todos los colaboradores que hicieron realidad este proyecto, la Dirección de la Escuela de Arquitectura y Diseño, así como al Dr. Eduardo García y al área de Investigación.

Actualmente, la bóveda se encuentra en los últimos detalles, a partir del próximo mes la podremos visitar. También, desde la Dirección de Comunicación y RRPP, se está trabajando en una cápsula informativa que próximamente se estará publicando en redes sociales.